Material proporcionado por la Prof. Gabriela Sosa
INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE LA LITERATURA
El término “literatura” procede del latín littera que significa “letra” o “escrito”. Según su etimología, la literatura está relacionada con la cultura, con la manifestación de lo estético a través de la palabra escrita. Sin embargo, de esta manera se dejaría fuera a la que nos ha llegado por medio de la vía oral; por eso, en la actualidad, la literatura abarca tanto la producción escrita como la oral, pues ésta es la primera manifestación literaria del ser humano.
Aristóteles la define como el arte de la palabra. Consecuentemente, la literatura es un arte, un arte cuyo material es el lenguaje. Esto la vincula a otras formas de expresión de lo artístico: la escultura, la pintura, la danza, el cine, la música. Lo común a todas estas manifestaciones es precisamente la búsqueda por expresar una visión creativa y personal del mundo, más allá del medio que se utilice para hacerlo. Según Ernesto Sábato, “el artista ‘abstrae’, es decir ‘separa’ elementos de la realidad, ya que la realidad es infinita, y el arte, en cierto modo, es el intento de dar esa finitud en los limitados marcos de un libro o de una tela”.
Siguiendo esta línea, el Diccionario de uso del español de María Moliner define la literatura como “el arte que emplea como medio de expresión la palabra hablada o escrita”. El lenguaje es un sistema de signos que tiene como fin la comunicación. Podemos decir que el hombre es un fabricante de signos y a través de ellos se conoce a sí mismo, a los demás y al mundo en que vive. En palabras de Joaquín Xirau: “La literatura, como el arte, es una de las formas más altas de la conciencia, es una forma de conocimiento y autorreconocimiento”.
Y si el lenguaje es comunicación, la literatura por consiguiente surge de un emisor, que se dirige a un receptor a través de un mensaje, que por estar hecho de lenguaje representa alguna cosa o referente no lingüístico. El lenguaje literario desempeña las funciones del lenguaje común: expresiva, porque transmite la actitud del emisor frente a lo que está diciendo; apelativa porque influye en el receptor del mensaje, llamando su atención o incluso alterando su conducta e informativa o referencial porque alude a aquello de lo que se está hablando o escribiendo.
Sin embargo, la literatura se diferencia del resto de las comunicaciones lingüísticas porque es un arte. Por eso el lenguaje literario cumple una función poética, que tiene lugar cuando el lenguaje llama la atención sobre sí mismo, dando importancia al modo en que se dicen las cosas y no sólo al decirlas, como sucede en el lenguaje cotidiano. A su vez el lenguaje literario pretende crear un significado que va más allá de la simple comunicación: es ambiguo, pues posibilita una polisemia, una apertura de distintos significados.
Extraído de los siguientes materiales:
1. Celinda Fournier Marcos, Análisis literario.
2. Elena Romiti – Silvia Prida, Cómo es tu isla.
3. Programa MES y FOD – Lengua y Literatura: guía de apoyo al docente.
4. Julia Constenla, Medio siglo con Sábato: entrevistas.
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